♪♫ ¡Holanda voy, Holanda vengo vengo! ♫♪
He estado dos
veces en Holanda, las dos en verano. En una de ellas casi me da algo por el
calor y en la otra tuve que comprar un abrigo. Tengo que aclarar que lo de la
primera vez fue algo fuera de lo normal y que las temperaturas en junio suelen
estar entre los 11 y los 20 grados. De cualquier manera, con lluvia o con sol, con
frío o con calor, Holanda es preciosa.
Concretamente,
yo pasé mis vacaciones en Utrecht, donde nos alojamos porque tengo familia
allí. De ahí, casi cada día, cogíamos un tren, muy cómodo, que nos llevaba
hasta Ámsterdam. Los parques, las casas, los canales, los puentes y las propias
calles son una delicia. Es una ciudad con la que disfrutas solo paseando. La
comida no es que sea muy barata, pero siempre puedes tirar de bocatas o ir a
visitar alguno de los mercados, donde puedes comer algo en la calle. Nosotros hicimos
lo típico: el famoso barrio rojo, la casa de Ana Frank (de la que te recomiendo
que hagas reserva con bastante antelación), el museo Heineken, ruta por los
canales en barco…
Además de eso nos
pateamos la ciudad de arriba abajo, fuimos de compras (nos pilló en rebajas y
aprovechamos buenos precios en tiendas que no se encuentran tan fácilmente en
España) y, como actividad complementaria
fuimos a un bar de hielo (también los hay en España).
Nosotros
tuvimos la suerte de que mis familiares nos dejaron sus tarjetas de transporte
para movernos. También nos dejaron unas bicis, lo cual fue una maravilla ya que
te permite disfrutar de Holanda de otra manera. Así que si podéis alquilar
unas, aunque sea un par de días, hacedlo. Puedes dar unos paseos preciosos por
medio del bosque y llegar a sitios tan guay como Rhynauwen, una casita de té
donde se comen unos pancakes increíbles.
Sin nada más
que añadir y recomendándoos 100% Holanda, me despido y os dejo con un vídeo de
mi canal de youtube en el que podéis ver un poquito más de mi viaje.
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